Una de las pruebas más difícil de la vida son los cierres de ciclos, pasar la pagina del autoengaño a la realidad puede ser un proceso tormentoso sobre todo cuando nuestros apegos sutiles tienden a tener más fuerza interna que nuestra propia determinación externa.
La vida material entera es un ciclo, con principio y con final, el trabajo es un ciclo, con principio y con final, las relaciones son un ciclo, con principio y con final, la familia es un ciclo, con principio y con final, todo materialmente hablando es un ciclo, la película propia de nuestra vida tiene inicio, nudo y desenlace; parece obvio, pero lograr tener una comprensión apropiada de esto te permitirá identificar en que parte de tu ciclo estás y más aún te podrás dar cuenta por ti mismo si en realidad vale la pena cerrar ese ciclo para empezar otro, es como releer un libro muchas veces sin tener comprensión o más aún, masticar un chicle ya masticado. Nos enamoramos del nudo y olvidamos el desenlace.
El amor en lugar del miedo, todo se trata de elección.

Parece obvio nuevamente hablando, pero realizar esta frase es todo un proceso de vida, el miedo es lo único que nos impide cerrar adecuadamente un ciclo, preferimos aguantar y quedarnos con “lo conocido” que lanzarnos a la ruta de las propias oportunidades en todo el aprendizaje de la vida, preferimos la ignorancia que el conocimiento, preferimos el conflicto sobre el diálogo, preferimos el miedo sobre el amor, preferimos el apego sobre la libertad, preferimos quedarnos con nuestros viejos patrones adquiridos y rechazamos las nuevas experiencias ajenas, estamos tan apegados a algo que no existe que no somos capaz de ver con nuestros propios ojos que nos estamos quedando en el llanto, la amargura y el sufrimiento y nos estamos cerrando las puertas del presente lentamente por seguir atados al pasado, pero esto querido lector, esto se trata de elección, no pretendemos juzgar, solo entregar una visión realista de la realidad (valga la redundancia).
Con tu libre elección puedes visualizar tu propio futuro, y si elegiste quedarte en el nudo no puedes pretender que el resto del mundo se quede contigo, una cosa es la empatía y otra cosa es el apego. Entiendo que quieras quedarte, pero déjame ir; esto, en el caso personal siento que es una muestra de apoyo y sinceridad para con tu propio mundo.
Ahora, ¿por que nos cuesta tanto cerrar esos ciclos?, fácil, porque nunca proyectamos el desenlace y nos apegamos cada vez más al proceso y aunque a veces es muy doloroso, es preferible esto que una nueva oportunidad en la dinámica de la vida.
Si de algo sirve querido amigo hazte la siguiente pregunta: ¿En mi vida cuantos ciclos tengo abiertos? ¿Cuantos de ellos son repetitivos? ¿Cuáles están en el inicio, cuales en el nudo y cuales en el desenlace? ¿Cuantos ciclos e cerrado realmente? Y lo más importante, ¿cuantos ciclos haz proyectado con tu propio desenlace? Ahí te dejo la inquietud.
Con todo mi afecto.
Kavi.
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